Monumentos

Monumentos

Desde finales del siglo III a. C., la comarca de Estepa participa en los acontecimientos históricos que condujeron a la plena romanización. Es mencionada, por tanto, en los textos que documentaron las Guerras Púnicas y la Guerra Civil –Tito Livio, Plinio, Bellum Hispaniense–, con sucesos tan notables, por su violento final, como la toma de Astapa, población turdetana identificada con Estepa o con yacimientos cercanos a ella: Lucio Marcio puso cerco a la ciudad, y sus habitantes, como en Numancia, Sagunto o Calagurris, prefirieron el suicidio en masa antes que el yugo opresor.

 

 

Horario de Monumentos e Iglesias 2024

Torre del Homenaje

La torre del Homenaje es, sin duda, el elemento arquitectónico de mayor interés del recinto amurallado de Estepa. De planta cuadrada, con 13 m de lado por 26 de altura, está labrada a base de sillares colocados a soga y tizón en la base, esquinas y alrededor de los vanos. El resto de los paramentos es de tapial. Maciza hasta la mitad de su volumen, alberga en su interior una cámara de planta cuadrada cubierta con bóveda gótica de crucería octogonal. Los nervios descansan sobre ménsulas con las cinco hojas de higuera del emblema familiar de Lorenzo Suárez de Figueroa.

En la clave o piedra central se haya esculpida la Cruz de Santiago, como símbolo de la Encomienda a la que perteneció esta villa desde 1267 hasta 1559. A las caras norte y sur se abren sendas ventanas lobuladas. En el coronamiento solo quedan las huellas de las ménsulas que soportaban las garitas de sus esquinas.

La construcción de la Torre del Homenaje significó la culminación de un proceso que conocemos como señorialización, en el que además de elementos militares se pueden rastrear conceptos sociales, antropológicos e incluso simbólicos. Las obras necesarias para su levantamiento, de las que tenemos una fecha para su terminación, en 1390, supusieron el mayor factor de remodelación que afectó a todo el ángulo oeste del primitivo recinto.

Posteriores crónicas recogen también las noticias sobre el mentor de la torre y sobre la inscripción que sobre su entrada mandó colocar:

ESTA TORRE MANDO FAZER DON LORENZO SVAREZ DE FIGVEROA MAESTRE DE SANTIAGO. QVIEN QVISIERE SABER LO QUE COSTÓ, FAGA OTRA COMO ELLA, Y SABER LO HA

Cerro de San Cristóbal, s/n

 

Visitas guiadas. Más información en la Oficina de Turismo. Tfno:  669952276


La Orden de los Mínimos de S. Francisco de Paula llegó a Estepa en 1561 bajo el patrocinio de los Marqueses de Estepa. La torre es el único vestigio que queda de la desaparecida iglesia de la Victoria, que perteneció al convento de los Padres Mínimos. Se comenzó en 1760 rematándose en 1766. Tiene una altura de 40 m y está dividida en cinco cuerpos combinando ladrillo aplantillado con piedra en cornisas y cuerpo de la base.

S. XVIII. Pertenece a la extinguida iglesia de la Victoria. Se concluyó en 1766 y es reconocida como uno de los ejemplos más relevantes del Barroco Andaluz. Es Monumento Nacional desde 1955.

Plaza de la Victoria, s/n

 

 

 

Más información en la Oficina de Turismo. Tfno:  669925276


Durante el período islámico se construyó aquí una Mezquita en el s. X. Una vez reconquistada la villa en 1241, se edificó en el siglo XIV una iglesia mudéjar de la que se conservan varios arcos y pilastras. La fisonomía actual del templo en estilo gótico tardío se debe a finales del XV y XVI. Destacan como obras artísticas de interés el retablo mayor de Andrés de Ocampo, un San Juan Evangelista atribuido a Juan de Mesa, y una pila bautismal del siglo XV.

 

 

 Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276

 Cerro de San Cristóbal, s/n

Fue fundado en 1599 por los Marqueses de Estepa, aunque la mayor parte de la construcción se realiza en el siglo XVII. Siguiendo el esquema conventual, tiene una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón y cúpula de media naranja en el antepresbiterio. En su ornamentación destaca su retablo mayor, obra de Pedro Ruiz Paniagua (1708) y la decoración pictórica de los muros, relacionada con diversos motivos iconográficos.

 

Torno de Santa Clara, el Obrador de Dulces más antiguo de Estepa, en el Compás del Convento de Santa Clara:
- Abierto todos los días en horario de 9:00h a 13:00h y de 16:00h a 18:00h.
Misas en la Iglesia de Santa Clara:
- Domingos: Horario de Invierno, a las 18:00h. / Horario de Verano, a las 19:00h. GRATIS.

 

Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276

El paño nordeste del Cerro de San Cristóbal de Estepa, se encuentra arropado por el Monasterio de Santa Clara. Un conjunto patrimonial que nace con el mecenazgo de los Marqueses de Estepa en 1599. Su origen se nos desvela in situ, gracias al proyecto museográfico emprendido por sus monjas de clausura. Un convento musealizado que actúa como herramienta de divulgación histórico-patrimonial ya que nos da a conocer el ámbito y las funciones de cada una de las estancias originales.Todos los espacios que recorre la visita, están decorados y amueblados con bienes que recrean de forma rigurosa el aspecto de este convento desde el siglo XVI.

Aquellos que se acerquen a conocer la historia del Monasterio de Santa Clara en sus inicios, podrán recogerse en el silencio de su clausura, disfrutar del calor en el hogar de la cocina después de haber atravesado un patio donde parece detenerse el tiempo. Un claustro recorrido por la oración y nutrido por un aljibe. Desde aquí, entramos al atelier de las monjas, lo que en tiempos pasados fue el sótano de la enfermería. Y ya al final, parar a repostar en un amplio refectorio que nos habla desde el silencio del encuentro entre la comida y la lectura.

Esta visita resulta indispensable para quien quiera saber más de Estepa y de sus raíces, de su historia y quienes la habitan.

 

 

Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276


La presencia de los franciscanos en Estepa se remonta a finales del siglo XVI, aunque las obras del convento y la iglesia se iniciaron en 1612, concluyendo en 1646. Ésta se levantó sobre los restos de la primitiva Ermita de San Cristóbal. Son interesantes los retablos dieciochescos de las escuelas lucentina y antequerana. La imagen de S. Francisco de Asís es obra del escultor cortesano y académico Luis Salvador Carmona (h. 1743).

 

Cerro de San Cristóbal, s/n


En el siglo XVI ya existía una ermita de San Sebastián, que tenía una sola nave. Debido a su mal estado, en 1568 se acordó reconstruirla siguiendo las líneas marcadas por el arquitecto genovés Vicente Boyol. Su construcción se prolongó hasta el siglo XVIII. La iglesia actual tiene en planta tres naves principales y dos colaterales ocupadas por capillas. En su interior hay una importante representación de obras atribuidas a Luis Salvador Carmona: la talla de Ntro. Padre Jesús Nazareno (1759) y las tallas de S. Juan Bautista (1743) y S. Francisco de Paula (1757).

 Plaza de San Sebastián, s/n

 

Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276

 


El origen de este templo fue la ermita del Cristo de la Sangre (h. 1636) cuyo benefactor fue Juan Martín Formariz. Muestra una de las portadas más emblemáticas del Barroco dieciochesco andaluz, obra de Andrés de Zabala. Su interesante camarín (h. 1714) custodia la devota Virgen del Carmen, donada por la Marquesa Leonor Mª Centurión en la segunda mitad del s. XVII.

Plaza del Carmen, s/n

 

 

 Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276

 


Documentalmente se confirma que en 1616 se levantó una ermita bajo esta misma advocación en la calle Mesones; treinta años después, derribada ésta, se comenzó la construcción de la nueva iglesia. Edificada sobre planta de una sola nave a la que se adosa el núcleo de cripta, sacristía y camarín, fue bendecida en 1652, añadiéndosele a mediados del XVIII la ornamentación barroca, de la que destaca la representación pictórica que cubre paramentos laterales, bóvedas y cúpulas.

C/ Castillejos, 14

 

Más información en la Oficina de Turismo. Tfno:  669952276

 


El templo se amplió en el siglo XVIII sobre la antigua Ermita de la Vera Cruz, de época santiaguista (s. XV-XVI). Su camarín es reconocido en su género como una de las joyas arquitectónicas y decorativas del siglo XVIII. Preside la iglesia el retablo mayor, de escuela ecijana del siglo XVIII, con la devota imagen de la Virgen de los Remedios. El Cristo de la Vera Cruz data del segundo tercio del siglo XVI, el Cristo de la Columna es de Andrés de Carvajal y el Cristo de la Humildad de Diego Márquez, ambos de la segunda mitad del siglo XVIII. El Dulce Nombre (s. XVII), se vincula a talleres granadinos.

Plaza de los Remedios, s/n

 

 Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669652276

 

 

 

 

 

 


El Convento se fundó en 1926 gracias a la donación de don Antonio Álvarez Sobrevilla y de su esposa doña Remedios. El proceso de construcción del templo arrancó tres años después de la donación, y en 1932 llegó la Comunidad de Religiosas. Tanto la fachada como el interior están construidos en estilo neogótico. Guarda algunas imágenes procedentes de conjuntos desaparecidos: dos ángeles lampareros de la iglesia de la Concepción y una talla de San Francisco, obra del escultor Miguel Márquez.

Plaza de Santa Ángela, s/n


De origen incierto, la ermita de Santa Ana aglutina las devociones del barrio de La Coracha. De la documentación se desprende que debió construirse en la segunda mitad del siglo XVIII, añadiéndosele la portada en 1840. Consta de una sola nave y bóveda de cañón con lunetos. El retablo mayor, que preside Santa Ana con la Virgen niña, es de escuela antequerana y fechado hacia 1780. La Virgen de las Angustias con Cristo en su regazo está atribuida al imaginero Diego Márquez.

Plaza de Santa Ana, s/n  

Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276

 

 

 

 

 

 


Este oratorio se levantó en 1845. Posteriormente, fue totalmente restaurado, reinagurándose el 15 de octubre de 1994. Es de planta rectangular, con portada y espadaña de dos arcos. En su interior, una pequeña imagen del santo titular preside la hornacina central.

Esquina C/ Risco y C/ Roma


El edificio del museo fue en origen sede de una fundación de unas Escuelas Pías encomendadas a la compañía de Jesús. Comenzadas las obras en 1671, pronto cambió su destino para convertirse en cárcel, función que mantuvo hasta 1950. En 1993 fue rehabilitado como museo. Organizado en torno a un patio central, el museo tiene una vocación netamente arqueológica, aunque cuenta también con un sala dedicada a la obra de Antonio Aguilar y Cano, autor relevante de la historiografía estepeña del XIX. La planta baja se reserva para exposiciones temporales y diversas dependencias del propio museo, situándose las colecciones en la escalera de acceso, la galería superior y tres salas en torno a ella.

Se conservan piezas prehistóricas y protohistóricas: útiles líticos, cerámicas, elementos metálicos..; romanas: epígrafes, cerámicas, elementos constructivos y votivos.... De épocas paleocristiana y visigoda conserva también interesantes ladrillos decorados con emblemas religiosos y del periodo islámico restos de cerámica de variados diseños. Quizás la obra más interesante sea un Eros Durmiente del segundo cuarto del siglo II d. C.

C/ Ancha, 14 

 Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276

 

 

 

Este Palacio se construyó para ser la casa solariega de los Marqueses de Cerverales y se terminó en 1756.
Es uno de los pocos monumentos de Andalucía, de arquitectura barroca civil, que conserva íntegramente sus características originales.
Este magnífico inmueble se declaró en 1984 monumento histórico artístico de carácter nacional (actualmente BIC).
De Lunes a Domingo, previa petición de cita en el teléfono: 661 659 895.
Entrada: 6€.


Recuerdo de un bello palacete del siglo XVIII. Lo único que queda de esta casa es una parte de la fachada y la portada que daba acceso al mismo. Conserva un airoso balcón– mirador de delicada forja barroca que aprovecha su situación en la esquina misma de la confluencia de dos calles.

Esquina C/ Amargura


Por este nombre es conocido hoy en día un edificio construido por Andrés de Zabala hacia 1770 y que ha tenido diferentes usos. Desde pósito destinado a guardar trigo, hasta fábrica de mantecados.

Plaza del Llanete, s/n


La muralla pertenece al periodo islámico (s. X), fue reconstruida en el s. XII por los almohades nuevamente retocada en época de la Orden de Santiago (s. XIII-XVI). Durante el periodo de la “Reconquista” cristiana en la baja Andalucía este enclave fortificado fue uno de los más importantes de la “banda morisca”.

Cerro de San Cristóbal, s/n

De la antigua alcazaba localizada en la zona de mayor altitud y posteriormente Palacio de los Marqueses, solo queda el solar, restos de algunos aljibes y algunas paredes. Mediante los planos realizados en 1543 por los canteros vizcaínos Maese Miguel de Beyçama y Sancho de Garra, que estaban dirigiendo las obras de Santa María, podemos conocer cómo se encontraba la fortaleza y el alcázar en esos momentos. La puerta del alcázar parece ser que se encontraba en el flanco norte, frente a la antigua Plaza de la Villa o Villa Vieja, dando lugar a una entrada en recodo para una mejor defensa. Pequeñas torres conformaban el perímetro de la muralla interior o muralla del alcázar, donde se situaban los aljibes.

Según la documentación histórica, la aportación de los marqueses a las obras de fortificación de la villa debió concentrarse en el acondicionamiento y la transformación del alcázar en palacio, como desde entonces se le llama en los documentos.

Cerro de San Cristóbal, s/n

 

“La Cueva de la Carrita”, está situada en uno de los accesos al Cerro de San Cristóbal, en el Carril de Santa María, que conectaba el arrabal con la Villa Vieja. Es uno de los escasos restos existentes y visibles del barrio conocido como Cuevas de Orán, excavadas en la ladera del Cerro. Éstas cuevas permanecieron habitadas hasta el año 1963, año en el que fueron desalojadas, algunas parcialmente destruidas y enterradas, permaneciendo ocultas hasta hace algunos años.

Carril de Santa María (Cerro de San Cristóbal)

Visitas guiadas. Más información en la Oficina de Turismo. Tfno: 669952276